¿Salir de paseo con niños? Complicado
La situación se vuelve más complicada si se trata de dos. Cada vez que planeamos salir hacia algún lado pensamos en las mil situaciones que pueden ocurrir. Si sale el sol, si luego hace frío, si empieza a llover, si no hay agua, si no hay donde comer, ¡si no le gusta el lugar!
¿Qué hago?
Un sábado por la tarde asistimos a comer a un restaurante muy conocido por la temática que realizan: Kilimanjaro. Pensamos que le gustaría mucho a los niños por la infaestructura y los diseños, pero no estoy segura que hayamos elegido bien.
Todo muy lindo, yo estuve encantada. El diseño y la infraestructura espectacular, la comida ni hablar. ¡Repetí el plato!. Era MI restaurante, perfecto para mí.
¿Para ellos?
Ellos se encantaron con los animales mecatrónicos que cada ciertos minutos se prendían para darle vida al fantástico bosque. Los sitios asignados para ellos, eran perfectos. La comida, como para que acaben todo el plato. Increíble.
Pero
A dos niños de dos años de edad muy dificil mantenerlos quietos, cuando uno decide salir a comer (en lo personal) tengo que darle máximo media hora. ¡Ellos no esperan! Si el mesero se demora y no atiende el pedido es probable que me vaya en minutos. Los niños entran en confianza muy rápido y eso es algo que aprendí con ellos, por ende saltan rápido de sus sitios a hacer travesuras, correr por todo el sitio y si es posible a sacar a más de uno de su lugar porque probablemente estén subiéndose o sacando algo.
Estoy segura que regresaré cuando ellos cumplan más edad, ahora a seguir con nuestro tan aliado y comprensible delivery.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario